En México, la mayoría de las marcas nacionales son fabricadas por unos pocos laboratorios que ofrecen “Marca Propia” a mayoristas, tiendas de suplementos y entrenadores con poca inversión y muy baja calidad. La mayoría de los productos son las mismas fórmulas con diferentes marcas, contienen rellenos de maltodextrina, lotes de ingredientes con fechas próximas a caducar, en general los ingredientes más baratos que pueden encontrar en el mercado. Además no tienen control sobre las fórmulas ni como verificar el contenido real de los ingredientes declarados en las etiquetas. Por ejemplo; una proteína que dice tener 25 gramos de proteína por porción y sólo contiene 10 gramos, aunque barata, resulta mucho más cara que un producto de calidad premium que cumple con los 25 gramos declarados en la etiqueta.
Para que un producto obtenga una consulta positiva como “suplemento alimenticio” la COFEPRIS requiere que el laboratorio donde se maquilan los productos este certificado con “Buenas Prácticas de Laboratorio” (BPL), así como la implementación de un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) porque son fundamentales para demostrar la competencia técnica y la capacidad de los usuarios del laboratorio.
Trabajar bajo estándares normalizados reconocidos a nivel mundial, garantiza que los resultados emitidos son confiables y refuerzan las acciones de vigilancia sanitaria para la salud de la población mexicana.
Para obtener consultas positivas que avalan los productos como suplementos alimenticios se tienen que cumplir varios requisitos:
El beneficio es que durante una revisión de COFEPRIS, los productos con consultas positivas no causarán sanciones ni serán decomisados.
"Calidad y Resultados a tu Alcance"®
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